Lunes, 02 Diciembre 2024
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“Como ciudadanos hay que hacer política cada día, además de ir a votar”

Robert Guédiguian firma una película positiva que aboga por la unidad de la izquierda para solucionar los problemas más graves que afectan a los ciudadanos. Que la fiesta continúe es, también, una preciosa historia de amor. Los protagonistas son Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin y la ciudad de Marbella.


El derrumbe de unos edificios en un barrio obrero de Marsella activó esta nueva película del cineasta Robert Guédiguian. En el barrio, Rosa es el corazón y el alma de su comunidad, enfermera y matriarca de una familia numerosa y unida. Pero acercándose a la jubilación y rodeada de inercia política, se siente desilusionada. Hasta que conoce a Henri y se da cuenta de que nunca es demasiado tarde para cumplir sus propios sueños políticos y personales.

LA GRAN ILUSIÓN: ¿El derrumbe de los edificios de la Rue d'Aubagne en Marsella fue el origen de la película?

ROBERT GUEDIGUIAN: Sí. La idea original vino de ahí. Estábamos rodando la película anterior cuando ocurrió la tragedia. Y ahí también, después de eso, se crearon ciertos movimientos de unión y salió elegida la alcaldesa de Marsella, que no quería ser alcaldesa… Es muy raro que alguien no quiera ser alcalde, ¿no?

ARIANE ASCARIDE: Y al cabo de seis meses, dijo: “Se acabó, yo no puedo más”, y le dejó el Ayuntamiento al teniente de alcalde. Quería continuar siendo activista, pero no quería ser alcaldesa, ahora es teniente de alcalde.

RG: Esos dos personajes, no querer hacer política institucional, los derrumbamientos… fueron el origen de la película.

LGI: Justo la mujer de esta historia se desespera por las luchas dentro de la izquierda…

AA: Sí, mi personaje obviamente está creado por Robert, pero es algo que creo que todos sentimos. Es algo que nos aflige y que necesitamos decir, además, que ellos y sus argumentos no son tan diferentes unos de otros.

LGI: La película es positiva, a pesar de todo. ¿A lo mejor está en manos de las mujeres cambiar el rumbo de la política?

RG: Es que no hay que pensarlo, es que es así. Creo que una intervención mayor, más fuerte, de las mujeres, llegará con un auténtico pensamiento, más allá de solo el deseo de poder, y eso es muy importante.

AA: Creo que las mujeres no hacen política de la misma forma que los hombres, porque nuestra forma de pensar no es la misma. Nosotras no funcionamos igual. Lo más difícil es que lo entiendan, porque seguimos funcionando con una ideología machista, así que va a ser algo lento, el cambio para que haya igualdad va a llevar tiempo.

LGI: Los personajes tienen nombres que les han puesto por Rosa de Luxemburgo, Antonio Gramsci... ¿Nos siguen haciendo falta estas referencias?

AA: Sí. Las mujeres también estaban en la lucha de clases, para abolir el poder.

RG: Necesitamos esas referencias, necesitamos ideas alternativas. La pregunta es si todavía pueden ayudarnos estas ideas, yo creo que sí, porque esas personas buscaban otras ideas y éstas podrían orientarnos realmente.

AA: Son los personajes más importantes del movimiento obrero, pero se sabe mucho más de Gramsci que de Rosa de Luxemburgo.

LGI: Hay un momento en que en que un personaje le dice al hermano que será el último comunista. ¿Se lo ha dedicado a usted mismo?

RG: Ya no soy miembro del Partido Comunista, aunque filosóficamente, moralmente, más bien, soy comunista, más que políticamente hablando.

LGI: La película subraya la importancia que tiene el colectivo, los movimientos de barrio, el activismo ciudadano…

AA: Sí, hay que hacer todo eso, hay que hacer política cada día, aunque también hay que votar. Hay que trabajar, que la separación de poderes sea real. Y hay que votar, pero cosas precisas, es que votamos por cualquier cosa, porque nos gusta el señor sin haber siquiera leído el programa.

LGI: Hay otra referencia en la película, que es la de Homero, es la referencia a la cultura. ¿Cuánta necesidad tenemos de aferrarnos a la cultura hoy?

AA: Nos hace mucha falta. En Francia, los candidatos que tenemos no hablan de la cultura. Y la cultura es la posibilidad de abrir la mente a las personas, también de aceptar al otro. Si no tienes acceso a la cultura, ¿qué haces? te repliegas sobre ti mismo. Eso es lo que pasa y la extrema derecha sabe utilizarlo, utiliza el hecho de que toto el mundo solo se mira a sí mismo.

LGI: ‘Llévame al país de las maravillas’, la canción de Charles Aznavour, ¿por qué la utiliza varias veces en la película?

RG: Primero, es una canción que me gusta mucho. Y luego porque habla del sur, habla de la pobreza y encima es armenia.

LGI: La película habla del problema de la vivienda, del problema de la sanidad pública, del problema de los exiliados o emigrantes… ¿qué se puede hacer para solucionar estos asuntos tan graves?

RG: Uno de los fines de hacer esta película es, justamente, que la gente hable de estos problemas. También las entrevistas, como ésta, y lo que decimos en ellas, puede hacer pensar a los demás. Son elementos de la cultura que muestran lo que está ocurriendo, porque las películas a veces enseñan cosas que no se ven tan a menudo en la vida real. Es la referencia a Homero, él cuenta la epopeya de un pueblo, y el pueblo se crea a través de esa epopeya. Y para para mí el cine es importante por eso también.

LGI: La película huye del cinismo que invade hoy el mundo y que contagia a muchos artistas, ¿al cine también?

AA: Sí, al cine y a la gente de la cultura también. La mayoría del tiempo la cultura tiene una vertiente cínica y por eso también hay que luchar.

 

 

QUE LA FIESTA CONTINÚE
de Robert Guédiguian

Duración: 106 minutos
Calificación: no recomendada para menores de 7 años
Idioma original: francés
Intérpretes: Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Lola Naymark
Estreno: jueves 25 julio 2024

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