En plena pandemia, el director Matthew Vaughn decidió compartir sus conocimientos de cine con su familia y vio con su esposa y sus dos hijas algunos clásicos. Según su propio testimonio, la película que más les impresionó fue la comedia de aventuras Tras el corazón verde, de Robert Zemeckis, con Michael Douglas y Kathleen Turner. “Fue un auténtico éxito”.

Lo siguiente que vieron juntos fue Con la muerte en los talones, de 1959, dirigida por Alfred Hitchcock. A sus hijas les fascinó. “Entonces se me ocurrió que quería hacer una película así para ellas”, dice el director.

Curiosamente, llegó a su despacho una propuesta, un manuscrito aún sin publicar con una historia de espías de un autor totalmente desconocido. “La novela de Elly Conway, Argylle, era el mejor thriller de espías que había leído”. Decidió emplear el universo de este relato y sus personajes para hacer una película original.

“He ayudado a orquestar lo que se espera de un thriller de espías, y me pareció que había llegado el momento de poner a prueba algunos de los clichés que tanto he defendido”, explica Matthew Vaughn. “Las películas de los ochenta que enseñé a mis hijas siempre equilibran a la perfección una historia genial con el más puro escapismo. Pensé que el mundo posCovid necesitaba algo que nos hiciera sonreír y que ofreciera una montaña rusa de emociones”.