Una minuciosa investigación por varios centros alemanes realizada por el director y el coguionista Johannes Duncker fue moldeando la forma de esta película, en la que toda la acción comienza con una serie de robos y las primeras sospechas.

“Cuando iba a la escuela, mis padres decían: si el profesor lo dice, tiene que estar bien”, explicó Catak en una entrevista con ScreenDaily. “Ahora es todo lo contrario y el poder está en los estudiantes y los padres. Los profesores también dijeron que los padres quieren descargar todo el trabajo sobre ellos, incluida la autoridad, porque no quieren ser autoritarios. Después de haber pasado tanto tiempo en las escuelas, mi respeto por los profesores ha crecido mucho”.

-Para elegir a los 23 niños que aparecerían en el filme, Ilker Çatak llevó a cabo con los aspirantes una serie de ejercicios, además de entrevistas individuales.

-El director explicó a los niños que tendrían que madrugar, aprenderse sus diálogos, pero sobre todo que tenían que comprender que ese era un trabajo en equipo en el que todos eran iguales. “Todos los niños ganaban el mismo dinero, así que básicamente había comunismo en el set”.

-El niño que tiene el papel más destacado, Leo Stettnisch, dijo que él quería que ser extra. Çatak confiesa que lo primero que pensó fue que era hijo de un padre agresivo, pero luego observó al pequeño y descubrió en él una enorme capacidad de concentración, inusual a su edad.

-En un momento del rodaje, el cineasta pidió a la madre de una de las niñas que opinara sobre un asunto y la pequeña se echó a llorar porque no había sido a ella a quien habían consultado. “Me di cuenta de que, por un lado, no hay que tratarlos como a niños, sino que hay que tratarlos como colegas, pero también hay que ser consciente de su vulnerabilidad. Tuve que encontrar ese equilibrio durante el rodaje”, declaró a ScreenDaily.