Fredrik Gertten expone en Big Boys Gone Bananas!* los métodos que emplea el poder contra la libertad de expresión, a través del acoso que sufrió con su anterior película Bananas!* En cines, en Renoir Plaza de España, dentro de la programación de marzo de El documental del mes.

El director Fredrik Gertten y la productora Margarete Jangard son socios, tienen una pequeña oficina en Malmö (Suecia) y hacen películas documentales. Una de ellas, Bananas!* (2009) contaba cómo doce trabajadores de una plantación en Nicaragua ganaron un pleito contra la poderosa multinacional Dole Food Company. Ésta empleaba pesticidas prohibidos, de los que se había certificado que causaban esterilidad. Los trabajadores, desgraciadamente, sufrían los efectos. La película fue seleccionada para competir en el Festival de Cine de Los Ángeles de aquel año.

El Festival de Cine de Los Ángeles

Todo parecían buenas noticias para la pequeñísima productora de aquel rincón de Suecia, pero  muy pronto otra realidad les golpeó, la de la codicia y el poder de las grandes empresas multinacionales. Si aquella película comenzaba a verse, tal vez otros trabajadores de alguna de las plantaciones de Dole en el mundo se animarían a emprender también acciones legales contra la compañía. Eso significaría mucho dinero. Silenciar el trabajo de Gertten era lo más efectivo. Y lo primero era, por supuesto, el Festival de Los Ángeles y Los Ángeles Times.

La película narra el acoso de la multinacional Dole Food Company contra el director y la productora

Big Boys Gone Bananas!* repasa el proceso que vivió el equipo de la película, acosado y amenazado por la multinacional para que hiciera desaparecer su trabajo del circuito. Bananas!* estaba seleccionada para competir en Los Ángeles, pero Dole, que no la había visto, envió una carta al festival y consiguió, para vergüenza del certamen cinematográfico, que se sacara el filme del concurso. Ahí empezó una pelea, la de David contra Goliat, y otra película, ésta, que ilustra perfectamente de los métodos que emplea el poder para abortar la libertad de expresión en el mundo.

El lamentable papel de los periodistas

Con la complicidad de decenas de periodistas corruptos o simplemente ignorantes, la multinacional fue paso a paso ganando terreno. “Los periodistas en EE.UU. tuvieron falta de curiosidad. No hicieron bien su trabajo”, sentencia el director Fredrik Gertten en un momento del filme. Película que aprovecha también para hacer la reflexión sobre el periodismo. “El periodismo mismo está amenazado”, dice.

"Los periodistas de EE.UU. tuvieron falta de  curiosidad. No hicieron bien su trabajo"

Dole Food Company no tuvo en cuenta, sin embargo, todas las variables. Los periodistas europeos, al menos algunos de ellos, se mantienen alerta, conservan el olfato necesario para ejercer su oficio, de modo que si una empresa del tamaño de Dole les envía una amable carta a propósito de una pequeña película documental, sospechan. Y ahí empezó la ruina de este proceso contra la liberta de expresión. “Lo que funciona en EE.UU. no funciona en Europa”, afirma el director de la película, que contó con el apoyo de los políticos de su país –conservadores y liberales-, de las empresas suecas, de los ciudadanos y de los periodistas. Y así finalizó una batalla comparable a la de David contra Goliat, que demuestra, además, la colosal importancia de pelear por los derechos fundamentales, en este caso, por la libertad de expresión. En Renoir Plaza de España:

• 14 de marzo, a las 22,00 h.
• 21 de marzo, a las 16,00 h.
• 28 de marzo, a las 18,00 h.

  Dirección: Fredrik Gertten. Producción: Margarete Jangard y WG Film. Fotografía: Joseph Aguirre, Stefan Berg, Joaqkim Demmer, David McGuirre y Frank Pineda. Montaje: Jesper Osmund y Benjamin Binderup. Sonido: Alexander Thórnqvist. Música: Conny Malmqvist y Dan ‘Gisen’ Malmqvist. Estreno: marzo 2013. Distribuidora: Parallel 40. www.parallel40.com