París fue la ciudad que inspiró la mejor obra de toda la carrera de Amedeo Modigliani, un artista que se mantuvo independiente, alejado de los movimientos de vanguardia que más fuerza adquirieron en esa época, y que conquistó el reconocimiento del gran público, lo que, paradójicamente, le valió cierto desprecio de sus colegas.

El pintor y escultor tuvo una vida muy corta, 35 años, y casi no se conoce su obra antes de que llegara a París con 22 años. La película retrata algunas de las actitudes del artista, que disfrutaba del alcohol y de las fiestas y que, en varias ocasiones, destruyó su propia obra o la vendió a muy bajo precio.

En esta película, la cámara sigue las aventuras del artista por las calles de París, intentando burlar a las bombas, a los policías, a su musa, a los coleccionistas y a los críticos en una búsqueda cada vez más desesperada de reconocimiento.

Antonia Desplat, Bruno Gouery, Ryan McParland, Al Pacino y Stephen Graham acompañan a Scamarcio en el reparto artístico de la película, que se rodó sobre un guion de Jerzy Kromolowski y Mary Olson-Kromolowski, sobre la obra de Dennis McIntyre.