El cineasta Vladimir Perisic sigue el rastro del dolor y la culpa en los Balcanes con esta película, inspirada en parte en su propia relación con su madre, una mujer que participo en la política del régimen de Slobodan Milošević. El filme se presentó en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes.
“En 1996-1997, Serbia estaba al borde de la guerra civil
y también me interesaba tratar la guerra civil como una guerra dentro de la
familia. En las tragedias antiguas, a menudo hay esta cuestión de las guerras
civiles y los conflictos están dentro de la familia”, dice Vladimir Perisic
que, con esta película, ha entendido mejor las emociones propias que sintió
hacia su madre en un momento de su vida.
En La patria perdida,
el joven Stefan se enfrenta a su madre, portavoz y cómplice del gobierno
corrupto de Milošević. Es 1996,
Serbia, y las calles se llenan de estudiantes, los amigos de Stefan,
protestando contra el régimen.
La relación del cineasta
con su madre, que trabajaba en Cultura en el gobierno de Milošević, inspiró buena parte de esta
historia, coescrita junto a Alice Winocour. “El sentimiento de violencia
que Stefan llega a sentir hacia su madre fue el mismo que yo experimenté cuando
ella me explicaba que ella y el partido de Milosevic tenían ‘razón políticamente’.
Como la madre en la película, ella estaba confundida y en negación. Me
transmitió esa culpa que había reprimido. Como Stefan, la llevé por ella y
fundamentalmente, quería salvarla, sacarla de la política, y también quería defenderla
de todos esos ataques machistas”.
Vladimir Perisic recuerda
cómo él fue cada día a aquellas manifestaciones estudiantiles de 1996-1997,
probablemente las más largas en la historia europea. “Tres meses y medio
durante el invierno. Iba todos los días porque sentía que era mi deber. Tengo
el recuerdo de una inmensa soledad porque mi madre estaba del otro lado. Por lo
tanto, lo vivía como mi deber moral, ético, estar con ellos. Casi sentía culpa
por no estar todo el tiempo porque tenía que volver a cambiarme o calentarme”.
“Y debido a mi madre, esto
me separó de la experiencia colectiva de mi generación para quienes fue una
fiesta maravillosa, con mucho humor -recuerda el cineasta-. Donde la idea era
retomar un espíritu carnavalesco, como cuando Guy Debord dijo que la Comuna de
París y Mayo del 68 fueron respectivamente las mayores fiestas del siglo XIX y
XX”.
de Vladimir Perisic
Duración: 104 minutos
Calificación: no recomendada para menores de 16 años
Idioma original: serbio
Intérpretes: Jovan Ginic, Jasna Djuricic, Miodrag Jovanovic, Lazar Kovic, Pavle Cemerikic
Estreno: viernes 14 de junio de 2024
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