‘LA DANZA DE LA REALIDAD’ / El artista regresa al cine después de veinte años sin rodar con este relato autobiográfico, inspirado en el libro que publicó el pasado año. La película se ha rodado en Tocopilla, un pequeño pueblo del desierto chileno, donde nació y pasó su niñez.
El artista chileno regresa al cine con esta película, después de veinte años sin rodar. Con 85 años, este creador reaparece en la gran pantalla con un relato autobiográfico, con el que comparte con el espectador momentos emotivos de su niñez y rincones fascinantes de su mundo fantástico. Al mismo tiempo, con ella se somete a sí mismo a su familia a una curioso proceso terapéutico. “La película es como una bomba atómica mental, una especie de cura familiar con la que vuelvo al origen de mi juventud, al mismo lugar donde crecí para así reinventarme”, dice el autor.
"No es solamente una película, sino que también es una especie de cura familiar, puesto que tres de mis hijos actúan en ella"
La danza de la realidad está
inspirada en la novela autobiográfica que escribió Jodorowsky y que publicó en España Siruela el pasado año. Sobre ella ha rodado esta película, que comienza en la infancia, desde donde pasa por lo que él llama los ‘años oscuros’, se adentra en la creación, en la poesía, el teatro, el universo de los magos y chamanes… hasta llegar a la psicomagia y el psicochamanismo. A lo largo de ese viaje vamos descubriendo al artista en diferentes momentos de su vida y siempre a través del filtro de su portentosa imaginación.
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La danza de la realidad no es solamente una película, sino que también es una especie de cura familiar, puesto que tres de mis hijos actúan en ella.
Vuelvo al origen de mi juventud, al mismo lugar donde crecí, para así poder reinventarme. Es una reconstrucción que tiene en la realidad su punto de partida, pero que no me permite cambiar el pasado. Rodamos la película en Tocopilla, el pueblo en el que crecí y que no ha cambiado nada en 80 años. Rodamos en la misma calle donde estaba la tienda de mis padres. Fue la única tienda que se quemó en esa calle y yo la reconstruí para la película. Retocamos unas cuantas cosas. Incluso pintamos el teatro y reparamos el pavimento en las calles”, recuerda.
"No tenía amigos y me pasé la niñez recluido en la biblioteca con mis libros. En la película, muestro cómo se mofaban los niños de mí"
“Cuando era niño –continúa el artista- el pueblo me rechazó por mi aspecto físico, tenía la piel blanca y la nariz respingona, y me llamaban Pinocho.
Yo era hijo de inmigrantes ruso-judíos en medio de unas tierras compradas a Bolivia y habitada por indios americanos. Eso me convertía en una especie de mutante a los ojos de los locales. No tenía amigos y me pasé la niñez recluido en la biblioteca con mis libros. En la película, muestro cómo se mofaban los niños de mí por haber sido circuncidado. Pero a lo largo de la película y gracias a las mejoras que hicimos en el pueblo, me convertí en el salvador, al final el perfecto hijo de Tocopilla. Incluso me dieron un diploma. Yo soy el héroe que les trajo el filtro de la magia para salvar a la gente, y ese filtro fue el cine”.
En su película, Alejandro Jodorowsky reinterpreta a
sus padres como una pareja de excéntricos, un tipo que se viste como Stalin y una mujer que se comunica cantando. En torno a ellos y al resto de los personajes familiares y próximos aparece el mundo propio del cineasta, el circo, los mendigos, los tullidos… de otras de sus obras. Y sobre todo ello van surgiendo las diferentes realidades de su vida contenidas en la memoria de su imaginación.
Dirección: ALEJANDRO JODOROWSKY. Guion: ALEJANDRO JODOROWSKY. Producción: MICHEL SEYDOUX, MOISÉS COSIO, ALEJANDRO JODOROWSKY Y XAVIER GUERRERO. Fotografía: JEAN-MARIE DREUJOU. Montaje: MARYLINE MONTHIEUX. Música: JOAN HANDELSMAN. Reparto: BRONTIS JODOROWSKY, PAMELA FLORES, JEREMIAS HERSKOVITS, ALEJANDRO JODOROWSKY, BASTIAN BODENHÖFER, ANDRÉS COX, ADAN JODOROWSKY, CRISTOBAL JODOROWSKY. Distribuidora: KARMA FILMS. Estreno: 26 de septiembre de 2014.
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