La actriz Lea Myren es la protagonista de este “cuento retorcido de la Cenicienta”, tal y como lo describe la propia directora y guionista, que ha contado también en el reparto con la participación de The Sofie Loch Naess, Ane Dahl Torp, Flo Fagerli e Isac Calmroth.

Aquí, Elvira tiene que competir con su preciosa hermanastra para conquistar al príncipe. En un reino de cuento de hadas donde la belleza es un negocio despiadado, Elvira hará lo que haga falta para captar la atención del príncipe.

La hermanastra fea es “el sangriento relato de la sangre, sudor y lágrimas necesarias para convertir a Elvira en la reina del baile”, dice la directora, que explica que se ha inspirado en el body horror y en la doctrina misógina de que “la belleza es dolor”. “Y continúa mi exploración sobre la tiranía de la belleza y cómo afecta a las mujeres jóvenes. Es un tema profundamente personal para mí, tras años de luchar con mi imagen corporal y de intentar encontrar mi lugar dentro de la feminidad”.

Estrenada en Berlín en la sección Panorama y tras su paso por Sitges, la película llega a los cines, donde la cineasta encuentra el espacio ideal para sumergir al espectador en la experiencia que viva su protagonista, Elvira. “Intento provocar empatía, incomodidad y reflexión. Al reflejar su dolor físico en los cuerpos del espectador, espero crear una conexión visceral que despierte una contemplación significativa”.

“El viaje de Elvira pone de relieve la agonía de intentar ajustarse a estándares físicos inalcanzables. me inspira el enfoque de David Cronenberg hacia el género: las transformaciones corporales funcionan como metáforas de los defectos, dilemas o miedos internos de sus personajes, o incluso como un comentario político sobre cómo la sociedad moldea al individuo”, concluye Emilie Blichfeldt.