El cineasta dedica su nueva película a las personas trans que viajan desde Georgia a Turquía para hace allí su transición. Al mismo tiempo, Crossing es una historia intergeneracional y de personajes que se encuentran y que lo que tienen en común es que son víctimas del patriarcado. La película participó en la sección Panorama en Berlín.
LA GRAN ILUSIÓN: ¿Hizo una investigación antes de hacer la película?
LEVAN AKIN: Tenía
unas semillas para una idea y quería ir a Estambul. Además, sabía que muchas
mujeres trans van de Georgia a Estambul para hacer sus tránsitos de cambio
sexual. También sabía que podía contar con estas ideas una historia
intergeneracional desde la perspectiva de una abuela. A partir de ahí hice mucha
investigación y entonces el meollo de la historia cobró vida. Todo lo que se ve
de Estambul son cosas que yo he experimentado cuando estaba haciendo la investigación.
LGI: “Los idiomas no distinguen entre géneros”, dice en
la película. ¿Es una declaración de intenciones ya al inicio?
LA: Yo no sé si
el principio es una declaración de intenciones, es simplemente dar al
espectador un contexto de lo que van a ver. Pero sí creo que las imágenes, los
libros, el cine, nos dan ideas, y con ello nos dan otras posibles vías o
caminos que recorrer en la vida.
LGI: Entonces ¿usted cree en el poder que tiene el cine?
LA: Sí. Con mi
última película, Solo nos queda bailar, llamaron a los militares en
Georgia, porque la gente estaba quemando la bandera sueca, fue una locura.
Había que llevar detectores de armas con policías a cada sala de cine. La gente
estaba viendo la película con la policía protegiéndoles. Fue realmente algo
importante, así que, con este bagaje, claro que pienso que el cine es poderoso.
LGI: ¿Y esta película
se ha estrenado en Georgia y en Turquía?
LA: No, pero se
va a estrenar. Cuando hicimos la premier en Berlín ya empezaron a escribir en la
prensa cosas malas. Entonces los productores decidieron esperar. En Georgia se
estrenará en noviembre, en Turquía no creo que vaya a ser un problema.
LGI: La narrativa
visual de la película cuenta con una parte con aspecto documental y otra parte
con los personajes, más íntima visualmente.
LA: Sí, al
principio, con los personajes en el barco es como una película documental. Luego
me voy acercando a ellos. La película utiliza distintas herramientas
cinematográficas, depende de lo que tenga que decir.
LGI: En la película hay muchas historias de familias
separadas, ¿por qué está esto tan presente?
LA: Porque es una película sobre esas familias y sobre las que uno ha elegido. Elegimos a nuestras familias a veces como el chico, porque no está seguro en su casa. Los niños pequeños están solos. La mujer no tiene un lugar ni un motivo por el que existir. Son todos víctimas del patriarcado y eso es lo que les une. Da igual que seas hetero o homosexual o… simplemente, están todos en el mismo barco.
LGI: Los personajes
trans en la película son diferentes a los que habitualmente muestra el cine.
¿Cuánta importancia tiene la representación en el cine en el caso de las personas
transexuales?
LA: Es
interesante porque cuando fui a Estambul, me hice esa misma pregunta. No tenía
ninguna idea de cómo quería representar a las personas trans en la película y
todos los personajes que se ven, la mayoría son reales haciendo versiones
distintas de sí mismos. Conocí a tres mujeres que son trans y que son abogados,
entonces cuando yo fui a Estambul y empecé a hacer investigación, conocí una
organización como la de la película. Así que el personaje de ella está basado
en esas tres mujeres. La secuencia del hospital, yo estaba ahí cuando ella
estaba intentando conseguir sus papeles de nueva identidad y el médico ni
siquiera la miraba.
LGI: En España la ley
de personas trans ha creado polémica y rechazo en una parte del movimiento
feminista.
LA: Creo que ese
debate es horrible. En todo el mundo, también en Suecia, está pasando eso. Y
dice mucho de lo que está pasando. Se justifican hablando de la gente que se
arrepienten de haber cambiado de sexo, pero es un porcentaje muy, muy, muy
pequeño. En Suecia son menos de 1 por 100. Pero ellos no hablan de los 99 que
no se arrepienten. Es tan distorsionado ese debate.
LGI: Usted vive en
Suecia, pero hace películas sobre Georgia…
LA: Mis padres
son de Georgia, aunque nacieron en Turquía. Y yo nací en Suecia y soy sueco. Me
dicen muchas veces que por qué no hago películas sobre Suecia. Creo que la
respuesta es que es más fácil para mí que para ellos hacer una película sobre
este tema sin ser de allí. Me pareció mi responsabilidad hablar de la situación
de las personas LGTBIQ+ en Georgia.
de Levan Akin
Duración: 105 minutos
Calificación: no recomendada para menores de 12 años y distintivo especialmente recomendada para el fomento de la igualdad de género
Idioma original: turco, georgiano
Intérpretes: Mzia Arabuli, Lucas Kankava, Deniz Dumanli, Nino Karchava, Levan Bochorishvili, Tako Kurdovanidze, Bunyamin Deger, Sema Sultan Elekci, Metin Akdemir, Oksan Büyük, Mehtap Ozdemir, Mehmet Isyar, Derya Günaydin, Ziya Sudancikmaz, Beril Soydan, Soner Yalçin, Levan Gabrichidze, Sevval Kiliç, Bulut Sezer, Bergüzar Mercan
Estreno: viernes 4 de octubre de 2024
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