‘NIEVE NEGRA’ / Martín Hodara debuta como director en solitario con esta tragedia, narrada en forma de thriller, y que ha sido uno de los éxitos recientes del cine argentino. Ricardo Darín, Leonardo Sabaraglia y Laia Costa son los protagonistas. www.cinesrenoir.com
El pasado sobre el que cada uno nos construimos, las relaciones familiares, la distancia, la ausencia de responsabilidad sobre nuestros propios actos, la culpa o la ausencia de ella…
La primera película de Martín Hodara en solitario –codirigió con Ricardo Darín La señal- se pregunta sobre todos estos temas y lo hace con un juego entre el presente y el pasado y alrededor de una tragedia familiar.
Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y Laia Costa son los protagonistas de este filme, que cuenta también con Federico Luppi, Dolores Fonzi y Andrés Herrera en el reparto. Escrita por el director junto a Leonel D’Agostino, la historia comienza con el viaje a la Patagonia de Marcos y su mujer, Laura, que está esperando un hijo. Van a encontrarse, después de décadas sin verse, con Salvador, el hermano mayor de Marcos, que vive aislado en una cabaña, muy cerca del lugar donde nació la gran tragedia de la familia.
Lo que comienza como el reencuentro para que uno convenza a otro de que se vendan las tierras herencia de su padre, se convierte en
un choque con el pasado, con los secretos más oscuros de la familia y con el inevitable enfrentamiento entre los hermanos.
LA GRAN ILUSIÓN.- Detrás de la primera lectura de la película ¿hay una intención de hablar del pasado y de la importancia de no perderlo?
MARTÍN HODARA.- Yo soy de saber muchas cosas del pasado de mi familia, porque nosotros y la sociedad somos la construcción del pasado. Aquí hay un personaje que tampoco lo hace.
LGI.- ¿‘Nieve negra’ es una película sobre un mundo en el que nadie se quiere hacer responsable de sus actos y decisiones?Del pasado, aunque no se pueda cambiar, sí se aprende para cambiar. Y nuestra historia es algo que uno tiene muy presente. Lo terrible es que la humanidad no aprende del pasado.
MH.- Bueno, el eje fundamental es ¿quién toma la responsabilidad? El personaje de Salvador acepta la culpa de otro, es la responsabilidad del hermano mayor. Y, por supuesto, la otra pregunta es ¿cómo la responsabilidad y la culpa de Marcos no opera en él? Se miente a sí mismo, es un psicópata que tergiversa la verdad. En las primeras versiones del guion estaba más exacerbado, en la película nos hemos decantado a algo más sutil.
"Del pasado, aunque no se pueda cambiar, sí se aprende para cambiar. Lo terrible es que la humanidad no aprende del pasado"
LGI.- Y el otro personaje, ¿el de Laura?
MH.- Ella llega sin conocer nada, pero cuando tiene la información, la utiliza como herramienta. Marco es un cobarde, miente a Salvador y ella lo usa. Hay más cosas, además de esa falta de responsabilidad.
LGI.- ¿Qué cosas?
MH.- Una mujer que ama a su marido y que va a tener un hijo. Los claroscuros, las mejores personas pueden ser monstruos. La película también pone al espectador ante una decisión moral. Un periodista me dijo que estaba claro que todo era por el dinero de la herencia, cada uno se lo lleva a su terreno. Las decisiones respecto a todo tienen que ver con más cosas, no solo con el dinero, también con el amor, con seguir adelante juntos…
"La película habla también del amor, de las decisiones.... la intención es poner al espectador ante una decisión moral"
LGI.- ¿Y el incesto?
MH.- Sí. La pregunta es ¿qué es lo malo, el acto o la mirada?
LGI.- ¿Y la codicia?
MH.- La codicia es lo que lleva a Laura a aceptar lo que hizo el marido. La codicia mueve el mundo.
LGI.- En el fondo, hay cierta estructura de tragedia.
MH.- Sí, la película es una tragedia, no se puede cambiar el pasado. Pero está envuelta en un traje de thriller.
LGI.- ¿Ha sido más o menos difícil conseguir el equilibrio entre tres actores de generaciones y escuelas diferentes?
MH.-No. Leonardo Sbaraglia y Ricardo Darín son dos estilos de actuación diferentes, pero ha sido fácil porque nos conocíamos y porque hemos estado seis años preparando la película.
LAIA COSTA.- Yo llegué al final de la película y fue muy fácil, porque era de verdad un trabajo en equipo. Eran formas de trabajo muy diferentes, pero todos estábamos luchando por la misma historia.
"La película es una tragedia, no se puede cambiar el pasado. Pero está envuelta en un traje de thriller"
LGI.- Trabajar con Darín y Sbaraglia es un reto y una oportunidad, ¿cómo ha sido la experiencia?
LC-.- Con todos los proyectos intento superarme, pero esto era una oportunidad, trabajar con dos actores que llevan tantos años de oficio. Sabes que por rebote vas a aprender, seguro.
LGI.- La nieve y el paisaje son casi personajes de la película.
MH.- La nieve es una especie de manto que lo cubre todo. Al mismo tiempo es un elemento que aunaba fácilmente el pasado y el presente. Salvador trabaja con la naturaleza, vive allí y se adapta.
LGI.- Esta es una película con Darín y Sbaraglia , ¿se ha preguntado si el éxito en Argentina tiene que ver más con ellos que con su trabajo?
MH.- Claro, he tenido esa duda, si el éxito se debía a los actores. Pero incluso para ellos, al menos en Argentina, hay un techo calculado, de entre 250.000 y 300.000 espectadores. La película llevaba 700.000 espectadores. Ya no tengo esa duda.
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Dirección: MARTÍN HODARA. Guion: LEONEL D’AGOSTINO Y MARTÍN HODARA. Producción: ADOLFO BLANCO, PABLO BOSSI Y MARÍA LUISA GUTIÉRREZ. Fotografía: ARNAU VALLS COLOMER. Montaje: ALEJANDRO CARRILLO PENOVI. Música: ZACARÍAS M. DE LA RIVA. Reparto: RICARDO DARÍN, LEONARDO SBARAGLIA, LAIA COSTA, DOLORES FONZI, FEDERICO LUPPI Y ANDRÉS HERRERA. Distribuidora: ACONTRACORRIENTE FILMS. Estreno: 12 de abril de 2017.
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