Orson Welles, en su incansable búsqueda de dinero para hacer sus películas, se prestó para unas cuentas publicidades, muchas de ellas de vinos franceses. Los japoneses, que veían en él la indiscutible imagen del hombre que sabe disfrutar y vivir, le cautivaron para que protagonizara un anuncio de Nikka Whisky, un destilado auténticamente nipón. Ken Loach ha apostado ahora desde el cine (La parte de los ángeles) por el genuino whisky escocés.
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