Domingo, 28 Abril 2024
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‘VIVA LA LIBERTÀ’ / “Esa soñada película política que, cierto día, alguien se atreverá a hacer en España”

LA CRÍTICA HA DICHO. La crítica está de acuerdo: Toni Servillo es grande. Las virtudes del protagonista –por partida doble- de Viva la libertà no han pasado inadvertidas absolutamente para nadie. Más bien al contrario, los elogios y aplausos para su trabajo en este filme son entusiastas. Coincide también la crítica en calificar la película de Roberto Andò –una sátira sobre la política de hoy- como una obra necesaria, para la que el cineasta ha acertado con el género, la comedia.

 

Javier Ocaña / EL PAÍS

“Y si un filósofo recién salido del psiquiátrico fuera la gran solución de la política y el pueblo italianos... La premisa, de puro demente, es un cañón: de fuerza emocional, de argumentación intelectual, de ilusionismo cómico. Y hasta esos tres territorios, tan distantes en apariencia, quizá tan cercanos en la realidad, ha llegado Roberto Andó en Viva la libertà, adaptación de su propia novela (…) Para colmo, Toni Servillo, eterno Jep Gambardella, por partida doble: como el apocado y servil político de partido, gris y criticado, y como su estrambótico hermano gemelo, brillante en su locura que no es sino cordura. Viva la libertà es esa soñada película política que, cierto día, alguien se atreverá a hacer y a producir en España”.

TÉLÉRAMA

"Melancólicamente reservado o iluminadamente loco, Toni Servillo es grande. El cine italiano ya ha celebrado el aura de estos actores".

Fausto Fernández / FOTOGRAMAS

“La idea de personificar la esquizofrénica realidad política italiana desdoblándola en dos gemelos funciona mejor que si se le dedicaran minutos y minutos a explicarlo. Funciona porque lo hace en un tono de comedia, acaso el lenguaje idóneo para ello”.

Eduardo Galán / CINEMANÍA

“El filme se mueve con agilidad entre la comedia política de un gemelo y los breves intentos de un drama social-introspectivo-onírico del otro”.

 Antonio Weinrichter / ABC. Hoycinema

“Sale ganando es el espectador que por el precio de una entrada puede ver a Toni Servillo por partida doble, haciendo de príncipe y de mendigo: no es un actor discreto, precisamente, pero se hace perdonar todo tipo de monerías porque resulta completamente irresistible”.

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