‘Weekend’ / “Quería ver a Russell y Glen enamorarse lentamente el uno del otro”

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Tom Cullen y Chris New, dos jóvenes actores formados en el teatro, protagonizan esta historia de amor, Weekend, relato de un romance que nace de un encuentro casual y que ha colocado al director británico Andrew Haigh en lugar preferente ante la crítica.

“Quería contar una historia sobre cómo se relacionan las personas con sus sexualidad después de ‘salir del armario’, quería explorar algunos de los aspectos más sutiles de la experiencia gay”, afirma el director y guionista Andrew Haigh, que con Weekend va más allá incluso de sus propias aspiraciones y trasciende el elemento de homosexualidad de los personajes para instalarlos en una historia de amor cargada de autenticidad.

Viernes por la noche

La historia comienza con Russel. Es viernes por la noche y ha ido a cenar a casa de sus amigos de siempre. Después del encuentro, decide irse a una discoteca con intención de ligar. Cuando la noche está terminando conoce a Glen, con quien comienza un fin de semana “en bares y habitaciones, emborrachándose y drogándose, contándose anécdotas y practicando sexo  que resonará durante el resto de sus vidas”.

«Son dos personas navegando por la vida en sentidos muy diferentes, pero ambos están buscando lo mismo»

“Russell y Glen son dos personas navegando por la vida en sentidos muy diferentes, pero ambos están buscando lo mismo, encontrar su lugar en el mundo que les rodea. Tratan de averiguar quiénes son, qué quieren y cómo deberían definirse, en privado, así como en público –dice el director-. Obviamente cuando se trata de dos personajes gays muchas de estas cuestiones pasan a ser especialmente pertinentes, y era importante para mí decir algo veraz sobre las complejidades de la experiencia gay moderna”.

El primer emparejamiento

Para Andrew Haigh era fundamental en la persecución de estos objetivos encontrar a los dos actores que dieran vida a los personajes protagonistas. “Nos reunimos con mucha gente, individualmente y en parejas, siempre buscando algún tipo de chispa que se trasladase a la pantalla. Tom y Chris tenían eso desde el primer emparejamiento. El período de ensayo fue muy corto, sólo una semana más o menos, y pasamos la mayor parte de ese tiempo sólo poniéndonos cómodos al uno con el otro, perfeccionando el guion e improvisando alrededor de él. Aparte de las cosas obvias como una buena actuación, también creo que la química en pantalla proviene de lo que ocurre fuera de ella, por el tono de un rodaje. Si existe un ambiente adecuado en el plató espero que cuando la cámara esté encendida, se mantenga un cierto estado de ánimo”.

«Quería capturar esos momentos que dos personas comparten cuando realmente comienzan a comprometerse»

Rodada prácticamente toda en orden cronológico, la película explora las emociones del primer encuentro, el miedo y la ilusión que surgen con la posibilidad de algo nuevo, “Quería ver a estos dos chicos enamorarse lentamente el uno al otro, enamorarse de sus diferencias, casi como si ellos estuviesen descubriendo piezas faltantes de sí mismos. Quería capturar esos momentos que dos personas comparten cuando realmente comienzan a comprometerse con la otra, centrándome delicadamente en la lucha del núcleo de sus personajes”.

Dirección: Andrew Haigh. Guion: Andrew Haigh. Producción: Tristan Glicher. Fotografía: Ula Pontikos. Montaje: Andrew Haigh. Música: John Grant. Reparto: Tom Cullen, Chris New, Jonathan Race, Laura Freeman, Jonathan Wright, Loretto Murray, Sarah Churm, Vauxhall Jermaine, Joe Doherty y Kieran Hardcastle. Distribuidora: Surtsey Films. Estreno: 1 de marzo. www.surtseyfilms.es

1 comentario

  • Pia Torres dice:

    ¡No fue mucho de mi agrado pero es entretenida! El próximo estreno de Looking 2 , una serie de HBO sobre tres amigos homosexuales (y sus citas y problemas cotidianos) que viven en San Francisco, me ha recordado la necesidad de ver esta película que en su momento se me escapó de las carteleras de cine. Weekend, escrita, dirigida y montada por Andrew Haigh, que también está tras la producción de la serie de HBO, hace de ambas propuestas un estilo similar, en cuanto a la fotografía y el acercamiento a los personajes, aunque también numerosas diferencias: la serie sitúa a los personajes en el meollo de la comunidad gay de San Francisco, en una ciudad turística y tolerante, con personajes que viven su sexualidad con abierta normalidad y por tanto encuentran más facilidades para poder expresarse como tales, lo cual da pie también a incidir en algunos clichés; por su parte, la película de Haigh se ubica en Nottingham, una ciudad no tan cosmopolita como el Londres multicultural y en un mundo no tan empático con los homosexuales como suelen serlo las grandes capitales que atraen a turistas gays con alta capacidad adquisitiva. El matiz es importante, pues en este siglo XXI el tema de la aceptación de la libertad sexual de las personas no está tan extendido como habitualmente, y dentro de nuestra mentalidad moderna, suele entenderse.

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