En la nueva película de Woody Allen, Magia a la luz de la luna, Colin Firth es Stanley Crawford, un prestigiosísimo mago que en el escenario se esconde detrás de un magnífico disfraz de chino y se presenta con el nombre de Wei Ling Soo. No es la primera vez que el cineasta neoyorquino echa mano de los ilusionistas para sus películas, pero tampoco es el único que ha creado inolvidables prestidigitadores para el cine. La magia siempre ha sido una maravillosa aliada de la ficción; y los magos, unos personajes muy golosos para actores y directores y apetitosos para el público.
‘Cagliostro’, Gregory Ratoff (1949)
El gran Orson Welles interpretaba a Giuseppe Balsamo, un mago siniestro al que se conoce por el sobrenombre de Cagliostro. Adaptación de la novela de Alejandro Dumas al cine y estrenada con el título original de ‘Black Magic’, lo mejor de la película era, sin duda, la presencia turbadora de Welles.
‘El rostro’, Ingmar Bergman (1958)
Premio Especial del Jurado en Venecia, la película, cuya acción transcurre a mediados del XIX, cuenta la historia de un grupo de artistas ambulantes liderado por Vogler, un mago e hipnotizador, al que acompaña una vieja bruja experta en pócimas de amor. Al pasar por una ciudad, se convierten todos en blanco de las burlas de la gente.
‘El cuervo’, Roger Corman (1963)
Vincent Price, Boris Karloff y Peter Lorre eran los protagonistas de esta película del maestro Roger Corman. En ella se narraba una historia del siglo XV, entonces Erasmus Craven, un hechicero, permanece inactivo tras la muerte de su esposa, pero un día aparece ante él un cuervo que habla y que dice que es un mago, que es el doctor Bedlo, a quien otro mago, Scarabaus, ha transformado en pájaro.
‘La maldición del escorpión de jade’, Woody Allen (2001)
En los años cuarenta, CW Briggs (Woody Allen) se ha ganado el título de mejor investigador de una firma de seguros. Una noche, acompañado de sus compañeros, acude al espectáculo del mago Vortan (David Ogden Styers), que hipnotiza a Briggs y a su jefa. Y justamente a partir de ahí se empiezan a producir unos misteriosos robos.
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