Un escritor de novelas de misterio y un tipo que dice ser periodista son los dos personajes de la nueva película de David Marqués, un thriller escrito por él mismo junto a Rafael Calatayud, y donde se muestran mentiras, traiciones y amenazas.

“La película critica, sin perder su espontaneidad, a una sociedad en la que los valores y la moral son maleables y el egoísmo y la vanidad llevan a los personajes con toda ‘normalidad’ a lo esperpéntico”, explica el productor Álvaro Longoria, que destaca el tono de comedia negra en la historia.

“El thriller actual suele apostar por teñir sus tramas con acción y violencia. Con Puntos suspensivos hemos intentado, rendir un homenaje, cargado de admiración y respeto, a otro tipo de thriller; uno muy concreto y alejado de la actual tendencia: el de tradición teatral, con pocos personajes, ambientado generalmente en una mansión o caserón aislado, trufado de giros inesperados, asesinatos perfectos que nunca lo son, que sorprende, entretiene y mantiene al espectador atento a una trama retorcida e imprevisible”.