Gitte, el personaje de la madre de ¿Qué nos queda?, es una mujer a la que han diagnosticado depresión. Durante un fin de semana, se encuentran reunidos, no solo los miembros de la familia, sino también los problemas de todos ellos. La enfermedad de Gitte, sin embargo, es el eje alrededor del cual gira casi todo en ese hogar. La depresión y otros trastornos similares han aparecido de forma recurrente en el cine y la televisión.
‘Las vírgenes suicidas’ (Sofia Coppola, 1999)
El terrible tema del suicidio adolescente era el que trataba Sofia Coppola en esta película, adaptación al cine de la magnífica novela de Jeffrey Eugenides. Kirsten Dunst, James Woods y Kathleen Turner encabezaban el reparto del filme, ambientado en los setenta. La familia Lisbon, los padres y sus cinco hijas, parecen vivir en el paraíso, pero éste se transforma en todo lo contrario cuando la pequeña de las chicas se suicida.
‘Una terapia peligrosa’ (Harold Ramis, 1999)
Robert de Niro y Billy Cristal consiguieron formar una pareja de cierto éxito con esta película del recientemente desaparecido Harold Ramis. En ella, el primero interpretaba a la perfección a un hombre con depresión. El humor surgía al ser el personaje un gangster peligroso, lo que se aprovechaba estupendamente. Gustó mucho y eso permitió que se rodara la secuela,
Otra terapia peligrosa.
‘Los Soprano’ (David Chase, 1999-2007)
Uno de los depresivos más famosos ya de la historia de la ficción es Tony Soprano. Interpretado por un inmenso James Gandolfini, el personaje, capo de la familia de New Jersey, acude al consultorio de una psicoanalista, la doctora Melfi (Lorraine Braco). Por supuesto, nadie en su círculo mafioso puede saber que está en tratamiento, eso podría ocasionarle muchos y muy graves problemas y causar una crisis en la banda.
‘A propósito de Schmidt’ (Alexander Payne, 2002)
Jack Nicholson interpretaba a Warren Schmidt, un tipo que acaba de jubilarse y se siente perdido, sin ganas ni motivación para nada en la vida. El veterano actor ganó el Globo de Oro por este trabajo, un premio merecidísimo, que reconocía su talento y su genial manera de mantener en el terreno de la comedia y con toda su humanidad a un personaje que podría resultar absolutamente patético. Kathy Bates y Hope Davis le acompañaban en el reparto del filme.
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