La extorsión “es de esas historias hitchcockianas que siempre soñé dirigir porque son la herramienta para poder capturar al espectador en el primer segundo y no soltarlo hasta el final. Casi que uno ni se termina de acomodar en el sillón que ya estamos sufriendo por el destino incierto e incómodo que le depara al personaje que encarnará Francella”, dice el director de la película, que ha contado también con los actores Pablo Rago, Andrea Frigerio y Alberto Ajaka.

Alejandro es un experimentado piloto de avión, que vive enamorado de su profesión y feliz hasta que los agentes del Servicio de Inteligencia descubren un secreto que esconde y que, si se desvelase, pondría en peligro su trabajo. A partir de ahí, para poder seguir volando, este hombre acepta el chantaje, llevará valijas de dinero negro en sus vuelos a Madrid.

La película juega con los negocios oscuros de los servicios secretos y los gobiernos, pero también con las consecuencias que tienen todas las decisiones que tomamos en la vida para uno mismo y para todos los que nos rodean.

“Alejandro es un hombre común, tan enamorado de su profesión de comandante de avión como de su esposa, que esconde un pequeño e insignificante secreto”, dice el director, quien añade que “toda la película será una creciente extorsión que lo que llevará a proteger ese misterio y por ende a conocer su lado más oscuro, el que nunca imaginó transitar”.

¿Cómo sale vivo un hombre común de las garras de la mafia de los servicios de inteligencia de su país? Es la pregunta que se hace Martino Zaidelis en esta película, en la que apela a la ética del espectador y le anima a preguntarse qué haría él en una situación como esta.