‘WHITNEY’ / El director Kevin MacDonald cuenta en esta película documental la vida de la cantante, la única artista en conseguir siete números 1 consecutivos en los Estados Unidos. www.cinesrenoir.com

Whitney Houston se convirtió en una leyenda al morir con 48 años siendo la cantante más exitosa de su país -con más de 200 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, era la única artista que había conseguido siete números 1 consecutivos en EE.UU.- y la que había protagonizado la caída más rápida y oscura a los infiernos.

Ahora, el cineasta Kevin MacDonald (El último rey de Escocia, Mi vida ahora…) recorre la trayectoria de la cantante desde su infancia hasta el final, pasando por las zonas más negras de su vida, consecuencia de unas complicadas relaciones con sus padres y con su marido que la empujaron a la adicción a la droga.

“En ese momento fue desagradable ver cómo las opiniones de las personas sobre Whitney habían cambiado debido a su adicción”

Imágenes de su vida, películas caseras, entrevistas con sus familiares, con amigos y con otros artistas, compañeros en las películas que protagonizó, como Kevin Costner (El guardaespaldas), y momentos de sus actuaciones van dando la media de la vida de esta mujer, un prodigio de la música desde su niñez que cayó desde lo más alto.

Whitney, que se estrenó en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes, es un proyecto de la productora Lisa Erspamer, que conoció a la cantante y a su familia cuando trabajaba como productora ejecutiva de The Oprah Winfrey Show. “En ese momento fue desagradable ver cómo las opiniones de las personas sobre Whitney habían cambiado debido a su adicción”.

“Whitney es lo contrario de lo que esperarías que fuera una película autorizada. No haría una película donde elogie al sujeto e intente dejarlo bien”

“Es muy fácil juzgar a alguien cuando parece que está tirando el talento que Dios le ha dado, y eso es lo que mucha gente dijo sobre Whitney”, recuerda Erspamer, que siguió adelante con el proyecto después de la muerte de la artista. “En lo más profundo de mi corazón, creo que si la gente quiere saber la historia de Whitney, tienen que conocer a las personas que convivieron con ella desde el día en que nació hasta el día de su muerte, y esa es su familia”.

“Whitney es lo contrario de lo que esperarías que fuera una película autorizada. No haría una película donde elogie al sujeto e intente dejarlo bien. Tenía que seguir lo que pensé que era interesante psicológicamente”, dice el director, que reconoce que a pesar de todo lo que representa la cantante “hay un cierto misterio, una ausencia en el corazón de este gran cuento sobre la fama. Ese misterio, supongo, es lo que me hizo querer hacer la película”.