‘JEFE’ / Luis Callejo y Juana Acosta protagonizan esta película, ópera prima de Sergio Barrejón, sobre un jefe tirano y antipático que pierde su poder y tiene que rehacer su vida. www.cinesrenoir.com

Luis Callejo es ‘el jefe’, César, un tipo al que todos detestan, aunque muchos adulan, pero al que, sin excepción, nadie dice la verdad. Es un gran empresario de éxito en un mal momento, de hecho, está al borde del mismísimo precipicio. De la noche a la mañana todo lo que tiene se le escapa.

Las acciones de las que es propietario se desploman, sus socios le traicionan, su mujer le echa de casa… Una ruina de vida que él intentará rehacer atrincherado en su despacho, donde se ha ido a vivir, y desde donde pretende recuperar su vida y a su empresa. Lo que no se esperaba era encontrar en Ariana, la limpiadora del turno de noche, a una aliada.

“Todos llevamos dentro un sabio y un estúpido integral. Las circunstancias determinan que acabemos siendo una cosa o la otra”

La actriz Juana Acosta interpreta a esta mujer. Con ella, en el reparto de esta película, ópera prima de Sergio Barrejón, se encuentran los intérpretes Carlos D’Ursi, Josean Bengoetxea, Bárbara Santa-Cruz y Adam Jezierski.

“Todos llevamos dentro un sabio y un estúpido integral. Las circunstancias determinan que acabemos siendo una cosa o la otra. Por eso pienso que todo el mundo merece una segunda oportunidad”, dice el director, que asegura que leyó el guion de Natxo López y Marta Sofía Martins y vio en él “una historia de segundas oportunidades”.

“El personaje es un machirulo que aprende a valorar a las mujeres, un tiburón de los negocios que aprende a renunciar al dinero”

Las palabras de Sergio Barrejón continúan con una descripción de lo más evidente de su personaje, ‘el jefe’. “Un machirulo que aprende a valorar a las mujeres, un tiburón de los negocios que aprende a renunciar al dinero, un prepotente que aprende a disculparse, un adicto al trabajo que aprende a disfrutar de la vida”.

Un hombre a la medida de estos tiempos y que sirve al director para crear una metáfora del sistema económico actual. “Cuando las cosas se le tuercen al gran empresario, resulta que su único apoyo es una anónima trabajadora de limpieza, explotada por una subcontrata, con un horario durísimo y un sueldo exiguo. Si no fuera por trabajadores como ella, todo el chiringuito se vendría abajo”.