La crítica norteamericana, antes de su estreno en España, se entusiasmó con la nueva película de Steven Soderbergh. Mick Lasalle, del San Francisco Chronicle, dijo de ella que era “excepcional y uno de los estrenos más originales del 2012”, mientras que David Rooney, del The Hollywood Reporter la presentó como “la más tronchante, divertida y disfrutable película americana desmitificadora sobre el sexo desde Boogie Nights”. En Europa, Magic Mike también ha convencido a los especialistas, que han dicho de ella, por ejemplo, que “de una manera extraña, es mucho más oscura y ofrece una realidad desafiante, mucho más que cualquier otra” (Peter Bradshaw, en The Guardian) o que “la división entre Tatum como actor y Tatum como personaje verdadero en el que se basa la acción, le otorga a la película un interés especial” (Alison Willmore, Moviline)

“La más tronchante, divertida y disfrutable película americana desmitificadora sobre el sexo desde Boogie Nights” (The Hollywood Reporter)

En nuestro país, Javier Ocaña, en El País, ha escrito que Steven Soderbergh “dirige la función como el excelente maestro de ceremonias del local de strip tease que interpreta un cada vez más maduro e inquietante Matthew McConaughey: con ritmo, marcando músculo y poniendo sobre la mesa mucha carne fresca”. En Fotogramas, Fausto Fernández, dice: “Lo que comienza como una lúbrica y liberal comedia setentera underground, va perdiendo el brillo y la luz para terminar en un desnudo frontal oscuro (…) por lo que queda, a la postre, en ese escenario: la destrucción (o transformación) del hombre por mor de la homogeneización capitalista. Sea narcotráfico, casinos, revoluciones, corrupciones políticas… el sistema económico contagia el tono del film con el cool pesimismo soderberghiano”. Por su parte, Mariló García publica en Cinemanía: “Channing Tatum deslumbra y McConaughey firma el papel de su vida”.