‘LOS AÑOS MÁS BELLOS DE UNA VIDA’/ El cineasta Claude Lelouch se reencuentra con Jean-Louis Trintignant y Anouk Aimée 53 años después para terminar la historia que comenzó en Un hombre y una mujer. www.cinesrenoir.com
La carrera del cineasta Claude Lelouch se disparó con el estreno en 1966 de Un hombre y una mujer. Aquella romántica historia de amor entre dos jóvenes viudos, protagonizadas por Jean Louis Trintignant y Anouk Aimée, arrasó en todo el mundo. Palma de Oro en el Festival de Cannes, Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa y al Mejor Guion Original, dos Globos de Oro (Película y Actriz) y unos cuantos galardones más dieron un colosal impulso al director.
Ahora, cuando han pasado 53 años de aquel fenómeno, Lelouch, a punto de cumplir 82 años, ha reunido de nuevo a los dos grandes intérpretes, de 88 y 87 años, para concluir la historia de amor.
Lo hace en Los años más bellos de una vida. Ahora, él, antiguo piloto de carreras, se pierde un poco por los caminos de su memoria. Su hijo entonces intenta ayudarle a encontrar a la mujer que su padre no supo guardar junto a él, pero a quien rememora continuamente. Anne volverá a ver a Jean-Louis y reanudará su historia donde la dejaron.
LA GRAN ILUSIÓN.- Contra todo pronóstico, esta es una película anti nostalgia.
CLAUDE LELOUCH.- Sí, es una película sobre el presente que es lo único que de verdad nos pertenece. El resto son hipótesis. Pasado y futuro tienen celos del presente. Solo se puede hacer el amor en presente y es lo único que puede darnos felicidad. Pasado y futuro corrompen el presente.
LGI.- ¿Usted aplica todo esto que dice a su presente?
CL.- Sí. Estoy a punto de cumplir 82 años y nunca me he divertido tanto como ahora. Vivo los mejores momentos de mi vida. El mundo que hemos fabricado está hecho para los viejos, por eso los jóvenes lo tienen tan difícil. Y Jean-Louis Trintignant y Anouk Aimée están como si fueran niños, pueden hacer todo lo que les dé la gana.
“Estoy a punto de cumplir 82 años y nunca me he divertido tanto como ahora. Vivo los mejores momentos de mi vida”
LGI.- Los años más bellos de una vida habla de vejez y deterioro, pero no desde la tristeza. ¿Ha buscado un punto de vista positivo?
CL.- He querido ser positivo. Es posible que el Alzheimer sea una recompensa. Si te olvidas de todo poco a poco, se borran todos los malos recuerdos. La gente que tiene mucha memoria es más desgraciada. Yo he tenido la suerte de tener mala memoria. Por eso las mujeres sois más desdichadas, porque tenéis mejor memoria, no olvidáis nada.
LGI.- O sea que ¿menos memoria da más fuerza a los hombres?
CL.- Sí, es su gran fuerza. Anna en la película no reprocha nada a Jean-Louis, lo acepta, porque está ¡tan contenta de volver a encontrarle! El paso del tiempo lo borra todo y menos mal que llega la muerte.
LGI.- Pero él no se acuerda de los recuerdos hermosos.
CL.- Ella es honrada y él juega un poco con ella, en cierto modo la manipula. Lo perfecto no existe, el amor es un juego maravilloso. Da igual la edad, siempre se juega. El amor es mejor que la vida, sobre todo si duele. Y cuando te sienta bien… te sube tan arriba. Es la peor droga. Como mi historia de amor por el cine.
“El amor es mejor que la vida, sobre todo si duele. Y cuando te sienta bien… te sube muy arriba”
LGI.- ¿Siempre quiso rodar esta conclusión de Un hombre y una mujer?
CL.- No, ha sido la vida. Pensé que si todavía estábamos vivos, era claro que era por esto. Los técnicos de la película han muerto, la mayoría de mis amigos ha muerto… Y pensé que si yo seguía aquí y ellos también, y los dos niños, ahora adultos, teníamos el deber de hacer balance, de seguir esta historia. Contra la inteligencia, mi inconsciente me empujó a hacer esta película.
LGI.- ¿No temió no estar a la altura de la original?
CL.- Yo soy un aventurero, intentando siempre saber qué voy a hacer con una cámara. Además, soy un aficionado en el cine, funciono por impulsos. Mi inteligencia tiene demasiado sentido del negocio, nunca me ha aconsejado bien. Y soy supersticioso. Para esta película hablé con mi parte superstición. Tiré una moneda a cara o cruz. Toda la vida me la he jugado así.
LGI.- Bueno, Trintignant y Aimée también han sido bastante aventureros.
CL.- Todas mis películas son homenajes a hombres y mujeres aventureros, interesantes, que se arriesgaban, que no encajaban con ninguna regla. Una vida sin riesgo no tiene interés. La vida es un juego con una puerta abierta por la que pueden entrar y eliminarte en cualquier momento. Yo tengo 82 años y todavía no me han eliminado, aunque sé que nos eliminan a todos.
“Para esta película hablé con mi parte superstición. Tiré una moneda a cara o cruz. Toda la vida me la he jugado así”
LGI.- ¿Vivimos todavía tiempos para el romanticismo?
CL.- Sí, el amor siempre existirá aunque cada vez es más caro. Es como una inmobiliaria, el metro cuadrado cada vez está más caro. Hay que ser rico para autorregalarse una historia de amor. Al principio es barato, pero muy pronto se convierte en negocio. El crimen perfecto del amor es el matrimonio. Hoy hay que tener más valor para enamorarse que antes.
LGI.- ¿Cómo ha sido el reencuentro con los actores?
CL.- Con Trintignant un poco más difícil. Primero se negó rotundamente a hacer la película. Pero cuando tengo ganas de hacer algo, nada me puede detener. Le dije que teníamos el deber de hacerlo y que si no le gustaba, no se estrenaría. Eso le tranquilizó.
LGI.- ¿Sigue pensando que la nouvelle vague eran escritores que hacían películas?
CL.- Sí, un movimiento de escritores que quería vender libros desde el cine. La nouvelle vague, las verdaderas nuevas olas del cine son Chaplin, Tati, el inventor de las miradas… Cantando bajo la lluvia… Eso son auténticos tsunamis. West Side Story, la historia de amor más bella del mundo. Ladrón de bicicletas, Lawrence de Arabia… Películas que cambiaron el cine, otra forma de ver el cine. Y luego llegó Fellini y La Strada, la súper ola…
Dirección: CLAUDE LELOUCH. Guion: CLAUDE LELOUCH, CON ADAPTACIÓN Y DIÁLOGOS DE VALÉRIE PERRIN Y PIERRE UYTTERHOEVEN. Producción: BERNARD WARNAS. Fotografía: ROBERT ALAZRAKI. Montaje: STÉPHANEMAZALAIGUE. Música: FRANCIS LAI & CALOGERO. Reparto: ANOUK AIMÉE, JEAN-LOUIS TRINTIGNANT, SOUAD AMIDOU, ANTOINE SIRE, MARIANNE DENICOURT, MONICA BELLUCCI, TESS LAUVERGNE. Distribuidora: CARAMEL FILMS. Estreno: 13 de septiembre de 2019. Puedes comprar tu entrada aquí.
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