Lo estaban pidiendo estos tiempos tan severos. Un poco de humor gamberro, de risa franca, de la que no obliga a nadie a retorcer el colmillo y que es altamente contagiosa. Álex de la Iglesia ha abierto el frasco de la comedia loca, un poco desmadrada, con Las brujas de Zugarramurdi. Y con ella mira más hacia sus primeros trabajos que a los recientes.
Terror y humor estaban reunidos, como en esta nueva producción, también en su cortometraje
Mirindas asesinas. Blanco y negro, un bar y un solo cliente, otro tipo entra y pide una Mirinda, fuera hay tormenta. Los problemas llegan cuando el camarero pretende cobrar la bebida. Álex Angulo y Saturnino García eran los protagonistas. El filme llamó la atención de Almodóvar y gracias a ello pudo rodar su primer largometraje,
Acción mutante.
Una banda de personajes deformes, terroristas peligrosos, secuestra a la hija de un industrial durante una boda. Después de pedir el rescate se dirigen en una nave especial hacia el planeta Asturiax. De nuevo la comedia negra se imponía en una película con Antonio Resines, Álex Angulo y Karra Elejalde, entre otros.
Pero es, sin ninguna duda, en
El día de la Bestia, donde Álex de la Iglesia desplegó sus mejores talentos para la comedia. Con Santiago Segura en el papel de José María y Álex Angulo, en el del sacerdote, la película avanza hacia un definitivo encuentro con el diablo. El filme, hoy un título de culto, se llevó seis premios Goya, entre ellos el de Mejor Director, Mejor Actor Revelación y Mejor Guion. La historia, igual que las dos anteriores y que
Las brujas de Zagarramurdi, estaba escrita por el director junto a Jorge Guerricaechevarria.
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