‘MALA SANGRE’ / Se recupera la película que rodó Leos Carax en 1987, con Michel Piccoli, Juliette Binoche y Denis Lavant, su actor fetiche. Segundo largometraje de su carrera, evoca la leyenda de Tristán e Isolda. www.cinesrenoir.com
Ganadora del Premio Alfred Bauer en el Festival de Berlín de 1987, la película contó con unas condiciones excepcionales.
La magnífica acogida de la ópera prima del cineasta, Chico conoce chica, permitió que su segundo trabajo naciera ya arropado y con facilidades. Con solo 25 años, Leos Carax contó con el apoyo del productor Alain Dahan, además de recibir una importante subvención del Centro Nacional del Cine de Francia. Esta última le facilitó rodar en estudio y construir escenarios para crear su singular universo visual.
Mala sangre es la historia de dos ladrones, Marc y Hans, que tienen que saldar una gran deuda con una mujer americana en dos semanas. Para conseguirlo necesitan
un cómplice que les ayude a robar un nuevo antídoto, el que cura el virus que está matando a los que “practican el amor sin amor”. Alex, un rebelde que acaba de romper con su novia, es el elegido. El otro personaje de esta ecuación emocional es Anna, interpretada por una jovencísima Juliette Binoche.
Amor a primera vista
La actriz se convirtió en esta película en la musa y en la compañera sentimental del director, quien, además,
estableció los lazos artísticos con Denis Lavant, su actor fetiche, que ha sido alter ego del cineasta desde entonces. “Denis es indispensable. (...) Cuando me planteo hacer una película, antes de las ideas, antes de las imágenes, tengo la necesidad de modelar algo con él. (...) Denis es una escultura, alguien que se mueve, se balancea, alguien que baila como nadie en el mundo. En
Chico conoce chica no lo veía, así que tuve que resarcirme...”
Mala sangre, donde
Michel Piccoli y Hans Meyer completan el reparto principal del filme, en el que destaca una aparición de Hugo Pratt, es una historia también de amor a primera vista y de pasión salvaje entre los amantes. “Actualiza el romanticismo puro y la poesía propia del cine francés –explica Carax-. El argumento de la película, que raya en las claves del cine negro, sirve en realidad de pretexto para crear una historia de amor absoluta e imposible”.
La amenaza del virus del SIDA
“La película evoca los mitos del amor trágico y recrea particularmente la leyenda de Tristán e Isolda. Al igual que hiciera Tristán, Alex se enamora de la novia de un hombre mayor que él (el personaje de Piccoli se llama Marc, como el rey Marco en la leyenda) y ella también se enamora de él. El objeto de deseo de todos, la vacuna contra el STBO, evoca la poción de amor, y Lise, la exnovia de Alex, representa a Isolda de las blancas manos, el primer amor de Tristán que acude a salvarlo cuando está a punto de morir. Carax resucita el mito medieval e incorpora su historia de amor moderna a la tradición de pureza y la fatalidad de las historias de amor de antaño”.
Leos Carax revisa una historia de amor clásica, pero la sitúa en los años ochenta en Francia, un momento de muchos cambios en los que todos comenzaban a ser conscientes de los peligros medioambientales y también de
la amenaza del virus del SIDA. De hecho, ésta es una de las primeras películas que hablan de la enfermedad.
Dirección: LEOS CARAX. Guion: LEOS CARAX. Producción: DENIS CHATEAU. Fotografía: JEAN-YVES ESCOFFIER. Montaje: NELLY QUETTIER. Música: BENJAMIN BRITTEN Y SERGUEI PROKOFIEV. Reparto: MICHEL PICCOLI, JULIETTE BINOCHE, DENIS LAVANT, HANS MEYER, JULIE DELPY, CARROLL BROOKS, HUGO PRATT, SERGE REGGIANI Y JÉRÔME ZUCCA. Distribuidora: AVALON. Estreno: 14 de agosto de 2015.
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