François de la Rochefoucauld hablaba en una de sus crónicas de una mujer, Lucy Hay, condesa de Carlisle, que supuestamente robó al duque de Buckingham unos pendientes de diamantes. Al parecer esta historia se la había contado la duquesa de Chevreuse y él la relató en sus memorias.

La cortesana inglesa Lucy Hay, conocida por su inteligencia y su belleza, estuvo realmente involucrada en intrigas políticas durante la Guerra Civil Inglesa, pero lo que la duquesa contó al escritor y filósofo fue que aquella mujer había robado esa joya, que era un regalo del rey de Francia a Ana de Austria. Pendientes que, a su vez, ésta había confiado a George Villiers, primer duque de Buckingham.

Lucy Hal fue espía y agente doble durante la guerra que se desarrolló a mediados del siglo XVII y transmitió información entre los realistas y los puritanos partidarios de Cronwell. Se acercó mucho a Enrique IV a través de la hija del monarca, Enriqueta de Inglaterra, y también encontró un lugar importante en la corte de Carlos I.

Todo ello ha hecho pensar a diferentes historiadores y especialistas que la condesa de Carlisle podría ser la inspiración que ayudó a Duma a crear el personaje de la bella y peligrosa Milady de Winter.