Cristian Mungiu, el gran talento del actual cine rumano, aspira al Oscar con Más allá de las colinas, con la que ganó en Cannes los premios al Mejor Guion y a la Mejor Interpretación Femenina (para las dos protagonistas).
Honestidad, un estilo sencillo y una potentísima historia vuelven a ser las señas de identidad de la nueva película del cineasta rumano Cristian Mungiu.
Más allá de las colinas¸ con la que ganó en el Festival de Cannes el Premio al Mejor Guion y el de Mejor Interpretación Femenina, para sus dos protagonistas (Cosmina Stratan y Cristina Flutur), es un retrato de un país asolado por la incultura y la ignorancia, una historia de amistad y de amor, y una reflexión “sobre la forma en que el amor puede acercarse a los conceptos del Bien y del Mal”.
Alina y Voichita
La película cuenta la historia de Alina, que ha pasado varios años en Alemania y ahora ha vuelto a Rumanía para reunirse con Voichita, su gran amiga, la única persona a la que ha querido de verdad y que la quiere a ella. Inseparables desde los días del orfanato, se distanciaron cuando una fue acogida por una familia y la otra encontró refugio en una comunidad religiosa, en un aislado convento ortodoxo. Alina quiere que Voichita vuelva con ella a Alemania, pero su amiga no quiere abandonar al sacerdote y a las monjas con las que se encuentra. Las decisiones de ambas pondrán de manifiesto la ignorancia que a veces provoca la fe ciega y las consecuencias de ella.
La historia real del monasterio de Tanacu
Inspirada en una historia real, el director se basó en los libros de no ficción de Tatiana Niculescu Bran -
Spovedanie la Tanacu (Confesión en Tanacu) y
Cartea Judecătorilor (El libro de los jueces)-. La primera obra contaba los hechos ocurridos en el monasterio de Tanacu (Rumanía), donde una chica que había acudido allí para visitar a otra joven monja fue supuestamente sometida a un exorcismo y falleció a las pocas semanas. Esos hechos tuvieron lugar en 2005 y ocuparon los titulares de la prensa rumana e internacional. Tatiana Niculescu Bran siguió el caso de cerca y en 2008 publicó el segundo libro, que se centra en el proceso que se llevó a cabo en 2007 contra el religioso exclaustrado que realizó el exorcismo.
"La película habla sobre cómo el amor puede acercarse a los conceptos del Bien y del Mal"
“La película habla de una cierta forma de vivir la religión. Siempre me ha interesado observar el cuidado que ponen los creyentes en respetar las reglas y las prohibiciones cuando aplican tan poco la esencia y la sabiduría del cristianismo a su vida cotidiana”, explica el director, quien añade: “Mientras preparaba esta película, leí con detenimiento la lista de pecados enumerados por la Iglesia Ortodoxa. Hay bastantes (¡464!), y muy detallados, pero falta uno que precisamente tiene que ver con un asunto del que yo más quería hablar en la película: el pecado de la indiferencia”.
Víctimas de los prejuicios sociales
La indiferencia social frente a las tragedias íntimas, un asunto que sirve también al cineasta para retratar el nivel de agresión que se viven en el mundo de hoy, donde las mujeres son habitualmente las víctimas. Y las dos mujeres de este relato son víctimas de los prejuicios sociales, de la ignorancia, del fanatismo, de la ausencia de comprensión…
Más allá de las colinas retrata el odio, la superstición, la fe intransigente, el machismo…
"Es una reflexión sobre las opciones de vida en función de la educación"
La película también presenta la realidad de un país, Rumanía, que provoca en Mungiu muchos temas de los que tratar. “
Más allá de las colinas habla de una región del mundo en la que, como en tantas otras, una larga exposición a una serie infinita de desgracias y atrocidades de todo tipo transforman a la gente, la dejan inerte e incapaz de reaccionar ante situaciones normales. No es necesariamente culpa suya, sino solo instinto de supervivencia, pero que los que sobreviven allí lo experimentan como un peso extra”.
Pero, ante todo, dice el cineasta, “la película habla de las opciones y de las elecciones de vida en función de la educación o de la falta de educación y hasta qué punto hay un gran número de cosas en la vida que se derivan de elementos sobre los que no tenemos ningún control, de los que no somos responsables. Como, por ejemplo, nuestro lugar de nacimiento, nuestros padres y nuestra comunidad”.
Dirección: Cristian Mungiu. Guion: Cristian Mungiu, a partir de los textos de Tatiana Niculescu Bran. Producción: Cristian Mungiu. Fotografía: Oleg Mutu. Montaje: Mircea Olteanu. Reparto: Cosmina Satratan, Cristina Flutur, Valeriu Andriuta, Dana Tapalaga, Catalina Harabagiu… Distribuidora: Alta Classics. Estreno: 25 de diciembre. www.altafilms.com
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