El actor californiano Josh Brolin está recogiendo a sus 46 años los frutos de una carrera larga y constante, que comenzó con la mítica  Los Goonies. Ahora le vemos en Una vida en tres días, la nueva película de Jason Reitman, donde comparte cartel con Kate Winslet.

De arriba abajo y de izquierda a derecha: Los Goonies, Mimic, No es país para viejos, Planet Terror, American Gangster, Mi nombre es Harvey Milk, Valor de ley, Old Boy y Men in Black 3. Brand era el personaje que interpretaba en Los Goonies, donde este actor apuntaba ya maneras. Con aspecto de tipo duro, se le intuye un gran corazón, característica que han sabido aprovechar muchos directores. Desde los Coen, pasando por Woody Allen, hasta Robert Rodríguez o Spike Lee, han sido muchos los que han conseguido exprimir a este intérprete en diferentes versiones de sí mismo. Comedia, drama, cine de género, Brolin es uno de esos actores que parecen siempre el mismo, pero que, de cerca, nunca se repite. Puede ser malvado, aunque da mucho mejor de bueno con pasado oscuro. Robusto, no le importa meterse en la piel de personajes con cierta fragilidad. Sonríe, sufre, experimenta ira o es capaz de la peor venganza. Poco a poco y casi sin hacer ruido se ha colocado en un lugar de privilegio en el cine de Hollywood y sigue adelante...