El cineasta
Christopher Zalla lleva al cine la historia real de Sergio Juárez Correa, un
maestro que desafía el sistema y ha inspirado a niños pobres a desarrollar su potencial.
El cómico Eugenio Derbez es el protagonista y productor de esta película. La película ganó la Biznaga de Oro a la mejor película iberoamericana en el Festival de Málaga.
Estrenada en el
Festival de Málaga, la nueva película del cineasta de EE.UU. Christopher Zalla
cuenta una historia real, la de un maestro en una zona dominada por el
narcotráfico y la miseria que ha conseguido enormes logros gracias a un sistema
educativo diferente. El valor de la Educación, el papel de los educadores, la
necesidad de la solidaridad y el colectivo están en este relato.
LA GRAN ILUSIÓN: Este
es un proyecto de Eugenio Derbez…
CHRISTOPHER ZALLA: Sí
y al principio pensé que Eugenio quería hacer otro de esos papeles por los que
es tan conocido y me pregunté por qué me invitaban a mí a este proyecto. Bueno,
yo había trabajado antes con él y cuando leí la historia, me provocó
emocionalmente, había algo ahí. Cuando hago una película, siempre quiero saber qué
me pasa con esta historia, quiero entender por qué me provoca. Entonces, llamé
a Eugenio y a su productor, Ben Odell, que fue mi compañero en la escuela de
cine y mi productor en mi película anterior, Padre nuestro. Básicamente,
fue una oportunidad de juntar a la banda otra vez.
LGI: ¿Ha encontrado
una respuesta a por qué esta historia le provocó emocionalmente?
CZ: Sí. Primero,
las historias de niños en circunstancias demasiado grandes para ellos siempre
me provocan. Con Padre nuestro los chicos eran de 13, 14 años, aunque
estaba escrito para más jóvenes, pero en esa época no había un cuerpo de
actores para interpretar la película y tuvimos que elevar la edad. Ahora sí
había niñas y niños para hacerlo. Por otro lado, está el tema de la familia
también. Cuando empiezo el proceso de escribir algo, casi siempre tengo una
imagen del final de la película y aquí la pregunta era ¿cómo llego hasta ese
final?
LGI: ¿Cuándo habla de
la familia, se refiere al papel que juegan los padres en el futuro de sus
hijos?
CZ: Claro. Ahora
vivo la paradoja de ser padre, que hay que animar al niño para que siga sus
sueños, aun sabiendo que el mundo va a pegar a tu hijo y que, probablemente, no
va a dejarle lograr lo que quiere. Mi hijo quiere ser futbolista, pero no es nada
atlético. Yo lo sé, pero también sé que, si no se le empuja, no va a llegar
lejos. ¿Trágico, no? Le tengo que empujar, que guiar hacia un sueño que no verá
cumplido, pero, si no, le voy a hacer más daño. Es un acto de amor, dañar a
alguien para su mejor resultado.
LGI: En ese proceso
es fundamental el papel de los educadores, de los maestros, que
desgraciadamente hoy lo están pasando fatal.
CZ: Sí, cuando debería ser el oficio más
valorado del mundo. Pasamos una grandísima parte de nuestra vida, si tenemos
suerte, en la educación, son los años más definidos, y sin embargo… En los
Estados Unidos o en Guatemala la educación termina en primaria, ya no existe
más después si no tienes dinero. Yo estaba viviendo en Guatemala cuando escribí
esto, ahora estoy entre Guatemala y Nueva York, pero pasé nueve años en un
pueblo rural de Guatemala. Me di cuenta de que cuando uno sabe que va a
terminar la escuela con doce años, la educación pierde valor, no está valorada socialmente.
Y en Estados Unidos siempre estamos peleando porque paguen mejor a los maestros.
En mi país, los maestros tienen que utilizar sus propios fondos para muchas
cosas, para comprar materiales y cosas que necesitan. Y ya no hablamos de su
salario… Creo que eso dice mucho de un país.
LGI: La película
habla justamente de los talentos que pierde el mundo por esta razón, ¿no?
CZ: Sí, y qué
curioso que hacen encuestas y no es una coincidencia que los países más felices
son los países también en el top en Educación, como Finlandia. En la historia
real, ese maestro tenía como gran reto educar a alumnos que pasaban hambre. Una
niña o un niño no pueden aprender, si tienen hambre. Entonces él tenía que
pelear para que les dieren el desayuno antes de comenzar el día, pero hasta hoy,
en la misma escuela, eso se sigue haciendo por el voluntariado del pueblo, que buscan
comida para los alumnos. Es un actor de comunidad, son casi como un ejército
contra el mundo. En la película también empezamos juntos, haciendo una familia,
un equipo de comunidad, un lugar esencial donde debemos pensar en la Educación,
en algo aparte de solo programar un cerebro, en iniciar un proceso de un joven
con el mundo. El título de la película, Radical, es irónico, porque la
Educación no debería ser así, no debería estar relacionada con memorizar o con
la autoridad del maestro, sino invitar a los alumnos para saber qué piensan,
incitar su curiosidad, el descubrimiento… eso es lo que da alegría, la alegría
de otra posibilidad en el mundo.
LGI: Todo esto sucede
en una zona de narcotráfico…
CZ: Hicimos
entrevistas larguísimas cuando investigamos y los datos reales son terribles.
Sergio Juárez Correa, el maestro real, nos dijo que sus alumnos más listos eran
los hombres, pero que estos siempre elegían ser narcos, porque veían que no
había otra escapatoria. Nos decía que cada año perdía a los más listos. Y luego
están las chicas embarazadas con 14, 15 años.
LGI: ¿Todo es una
lucha contra el sistema?
CZ: Claro. El antagonista es el status quo. Para
mí la cosa más triste del mundo es un niño sin niñez. La vida es pura
posibilidad. Ahora veo que la lucha es contra la apatía. Unos niños que no
pueden creer que la esperanza tiene lugar, que no saben qué esperar, es una
tragedia.
LGI: Eugenio Derbez,
actor y productor, ¿ha puesto muchos límites a su trabajo?
CZ: Eugenio
Derbez es un cómico gigantesco, es súper famoso. Tengo un vídeo de él entrando
a un restaurante y cuando salimos había mil personas esperando afuera. Peleamos
mucho al principio, antes de empezar. Los actores mexicanos son muy parecidos a
los de Inglaterra, que empiezan desde afuera para adentro. Entonces él quería
hacer algo ridículo con su pelo, porque para él es un disfraz. Pero para mí es un
disfraz de payaso, es lo que hace a los personajes caricaturas. Yo no quería
que hiciera eso. Peleamos durante tres días por la cuestión del pelo. Le dije
que veía su disfraz como protección para él y que yo no quería dejarle esa
protección, que le iba a hacer incómodo el trabajo porque eso iba a ayudarle
como actor. Eso le convenció.
LGI: ¿La película se
rodó en el sitio real?
CZ: No, no era posible
por razones de seguridad. La escuela donde filmamos es de Matamoros. Tuvimos
que cambiar algunas cosas, por ejemplo, las condiciones de la escuela real son aún
peores que las que aparecen en la película, hay más miseria. A veces si
muestras la realidad, parece una exageración
de Christopher Zalla
Duración: 125 minutos
Calificación: no recomendada para menores de 12 años
Idioma original: castellano
Intérpretes:
Estreno: viernes 15 de marzo de 2024
Ficha PDF Comprar entradas
Dejar un comentario