‘LA BUENA ESPOSA’ / El cineasta sueco Björn Runge lleva al cine la novela de Meg Wolitzer, historia de una mujer que decide terminar con el sometimiento de su matrimonio. Glenn Close y Jonathan Pryce son los protagonistas. www.cinesrenoir.com

La sombra de machismo que ha caído estruendosamente sobre la Academia de Estocolmo tras el escándalo de abusos sexuales de uno de sus miembros otorga máxima actualidad a la película del cineasta sueco Björn Runge, adaptación al cine de la novela de Meg Wolitzer, y que se estrenó en España en el Festival de San Sebastián.

Dos grandes intérpretes, Glenn Close y Jonathan Pryce, son los protagonistas de este drama, desde el que el cineasta denuncia las relaciones de dominación que se establecen en algunas parejas. Poniendo el acento en el personaje femenino y en su determinada decisión por liberarse, la película subraya también los perjuicios de un ego y una arrogancia demasiado extraordinarios.

“Por encima de todo, La buena esposa es la historia de Joan. Ella es sencillamente fascinante y poética, y es su determinación la que nos engancha”

Con guion de Jane Anderson, la película presenta a una pareja formada por Joan Castleman, una buena esposa, de belleza madura y natural, la mujer perfecta, casada con Joe Castleman, un escritor que ha conseguido fama mundial y que ahora ha recibido nada menos que el Premio Nobel de Literatura.

Joan lleva cuarenta años sacrificando sus sueños y sus propias ambiciones literarias para mantener viva la llama de su matrimonio con su marido, Joe Castleman. Pero Joan ha llegado a su límite. En vísperas de la entrega del Premio Nobel de Literatura a Joe, Joan decide desvelar su secreto mejor guardado.

“Quiero que cada escena con Joan sea una lucha entre la esposa que ella ha elegido ser y la mujer que ella habría deseado ser”

“Por encima de todo, La buena esposa es la historia de Joan. Ella es sencillamente fascinante y poética, y es su determinación la que nos engancha. Somos testigos del ascenso de su esposo al éxito y de su lucha en su sombra, pero lo más importante es su eventual liberación cuando abraza a quien realmente es”, afirma el cineasta.

“Quiero que cada escena con Joan sea una lucha entre la esposa que ella ha elegido ser y la mujer que ella habría deseado ser –dice Björn Runge-. Pueden ser luchas nimias, pero luchas al fin y al cabo, que ella puede ganar, perder o llevar por dentro. Esta película es el encuentro y celebración de su propia voz”.