‘CASI 40’ / David Trueba reúne de nuevo a Fernando Ramallo y Lucía Jiménez, protagonistas de su ópera prima La buena vida, y que no habían vuelto a trabajar juntos desde entonces. www.cinesrenoir.com

David Trueba conquistó el Premio Especial del Jurado – Biznaga de Plata en el Festival de Málaga Cine en Español con esta película, en la que vuelve a reunirse con los dos actores de su ópera prima, La buena vida, Fernando Ramallo y Lucía Jiménez. Es un reencuentro también en la ficción.

Con guion propio, Casi 40 es la historia de la reunión de dos amigos de juventud. Ella ha sido una cantante de éxito que ahora está retirada de los escenarios y vive tranquila con su marido y sus hijos. Él sobrevive como puede vendiendo productos de cosmética natural, pero ahora pretende relanzar la carrera de ella que fue su primer amor.

“La película cuenta cómo el tiempo trata a dos personas que vivieron de manera distinta un inolvidable amor de adolescencia”

Una muy modesta gira de conciertos en pequeños locales ha terminado por convencerla de dejar unos días su casa y embarcarse en esta aventura. Ambos van contándose su vida en este tiempo, lo que han vivido, lo que han dejado pasar, lo que han aprendido… Es un tiempo para el reencuentro dos décadas después.

Vito Sanz y Carolina África completan el cartel de la película en la que David Trueba asegura que al volver a trabajar con Ramallo y Jiménez, cuando ambos están a punto de cumplir cuarenta años, “mi intención era relatar una franja de vida que algunos definen como el segundo acto”.

“Es inevitable enfrentarse al recuerdo y también salir tocado de él, porque no hay nadieque haya sido capaz de cumplir todas sus promesas”

“No sé si las peripecias humanas pueden someterse a las estructuras del teatro clásico, pero para mí el paso del tiempo es el gran asunto de la ficción –dice el guionista y director-. Y esta película pretende contar eso, cómo el tiempo trata a las personas, en su caso, a quienes vivieron de manera distinta un inolvidable amor de adolescencia”.

“Lo que pretendíamos –continúa Trueba- era hablar de algo difícil de retratar en el cine. Cómo la experiencia de vida, el avanzar profesional y personal, te obliga a enfrentarte con las ilusiones y vocaciones de adolescencia. Es inevitable enfrentarse al recuerdo y también salir tocado de él, porque no hay nadie, como dice Lucía en una de sus canciones, que haya sido capaz de cumplir todas sus promesas. Ni tan siquiera las promesas que uno se hizo a sí mismo. Los personajes nacieron para contar esta película, ellos mismo evocan un pasado para contrastarlo con el presente, que es lo que importa”.