Palma de Oro a la Mejor Película en el Festival de Cannes, en ella Ruben Östlund hace una audaz y divertida sátira del mundo del arte contemporáneo. Los Cines Renoir recuperan ahora esta película, dentro del ciclo ¿Te la perdiste? ¡Sonríe! La puedes ver del 3 al 9 de agosto, a 4 euros (3 euros para los socios del Club.  www.cinesrenoir.com

“En la película The Square encaramos la debilidad de la naturaleza humana: cuando uno intenta hacer lo correcto, lo difícil no es estar de acuerdo con los valores comunes, sino actuar respecto a ellos”, sentencia Ruben Östlund, guionista y director de esta osada sátira sobre el mundo del arte contemporáneo, una película que se alzó con el máximo galardón en el Festival de Cannes.

Presentada también en el Festival de San Sebastián, en la Sección Perlas, The Square juega con todos los límites imaginables para provocar la reacción del espectador, incluida la carcajada que surge en muchas ocasiones a lo largo de esta historia. Un relato nacido de un proyecto artístico real creado por el cineasta y Kalle Boman.

“Cuando uno intenta hacer lo correcto, lo difícil no es estar de acuerdo con los valores comunes, sino actuar respecto a ellos”

Lo primero fue el Art Project The Square, una exhibición de arte en el museo de diseño Vandalorum en Värnamo. Con ella se exploraba la idea de instalar santuarios humanitarios en el centro de cada ciudad de Suecia. “En este santuario – un cuadrado físico situado en la plaza de la ciudad- la igualdad de derechos y obligaciones debe prevalecer”.

Tras esta experiencia nació la película, en la que se cuenta la historia de Christian, un conservador de prestigio de un museo de arte contemporáneo, un padre divorciado, un hombre preocupado por las grandes causas humanitarias, que prepara la instalación de ‘The Square’ para incitar a los visitantes al altruismo.

“La idea de que la armonía social depende de una simple elección que todos y cada uno de nosotros debemos hacer cada día”

Sus propósitos no son fáciles ni siquiera para él mismo. Cuando a Christian le roban su teléfono móvil, su reacción no le deja precisamente en buen lugar… En el mismo momento, la agencia de comunicación del museo lanza una campaña sorprendente para ‘The Square’: la reacción es totalmente inesperada y sume a Christian en una crisis existencial.

“La exhibición de Värnamo experimentó con la idea de que la armonía social depende de una simple elección que todos y cada uno de nosotros debemos hacer cada día: ‘confío en la gente’ o ‘desconfío en la gente’. Los visitantes del museo tenían que elegir entre dos puertas: puerta izquierda, confían en la gente; puerta derecha, no lo hacen. La mayoría de los asistentes eligió la opción ‘confiar en la gente’, aunque se mostraron reticentes cuando se les pidió que dejaran sus móviles y carteras en el suelo durante la exhibición… esta contradicción ilustra la dificultad de actuar conforme a los principios personales”.