‘ADULTS IN THE ROOM (COMPORTARSE COMO ADULTOS)’ / Costa Gavras vuelve a Grecia para contar las negociaciones de Varoufakis con la UE y para denunciar la dictadura económica del Eurogrupo. www.cinesrenoir.com

El veterano cineasta Costa Gavras ha vuelto a Grecia, medio siglo después de Z., para rodar Adults in the Room (Comportarse como adultos), una película donde narra los cinco meses de 2015 en los que Yanis Varoufakis, como ministro de Finanzas, negoció con la Unión Europea el rescate de su país. El filme, inspirado en el libro que escribió el ex ministro griego, se presentó en el Festival de San Sebastián con motivo del Premio Donostia concedido al cineasta. Antes se vio en Venecia.

Costa Gavras leyó la obra de Varoufakis y le envió inmediatamente un mensaje. “Al leer su entrevista en el New Statesman, supe que había encontrado lo que llevaba buscando hace mucho tiempo: El tema de una película, una obra de ficción sobre una Europa gobernada por un grupo de personas cínicas desconectadas de las preocupaciones humanas, políticas y culturales. Una Europa obsesionada con los números y nada más que con los números”.

“La película trata un tema universal: una historia de personas atrapadas en una red inhumana de poder”

Allí nació una complicidad esencial en la denuncia que el cineasta desde el arte y el exministro desde la política hacen de la dictadura económica del Eurogrupo y de la manera en que los bancos dominan la vida de los millones de ciudadanos europeos. El actor Christos Loulis es el protagonista.

“En Adults in the Room está en juego una tragedia humana. Se trata de un tema universal: una historia de personas atrapadas en una red inhumana de poder”, escribe Costa Gavras, que continúa: “La despiadada sucesión de reuniones del Eurogrupo, que imponen a Grecia la dictadura de la austeridad y que ignoran cualquier signo de humanidad y compasión”.

“Una tragedia donde los personajes se ven arrastrados por las consecuencias de su concepto de lo que deben hacer”

Se trata, en palabras del cineasta de “una trampa claustrofóbica sin salida que ejerce una presión brutal sobre los protagonistas que acaban dividiéndose. Una tragedia en el sentido de la antigua Grecia, donde los personajes no son ni buenos ni malos, sino que se ven arrastrados por las consecuencias de su concepto de lo que deben hacer. Una tragedia de plena actualidad”.

“Desde el comienzo del estallido de la crisis, me pareció que el país estaba entrando en un largo y dramático periodo, uno más desde su fundación como Estado-Nación en 1821 –añade el cineasta-. La idea de una película surgió cuando comprendí la trampa de empobrecimiento e impotencia en la que estaban atrapados la mayoría de los griegos”.