Ethan y Joel Coen rinden tributo a los músicos de folk que poblaban el Village neoyorquino justo antes de la aparición del gran Dylan, en A propósito de Llewyn Davis. Otros han querido antes que ellos dejar su homenaje a alguna época o género de la música o a algún artista concreto con sus películas.

‘New York, New York’ (Martin Scorsese, 1977)

Maravillosa película con la que el genial Scorsese, con su inagotable entusiasmo, rendía homenaje a la música y a los músicos. Es la historia de Jimmy y Francine, dos artistas que viven un impetuoso amor entre ellos y hacia el jazz. Robert de Niro y Liza Minelli formaban una espléndida pareja y dejaban con la boca abierta a todos los que tachaban la elección de arriesgada. Lionel Stander y Barry Primus completaban el reparto.  

‘Bird’ (Clint Eastwood, 1988)

Charlie Parker, la magia de su saxo, la fascinación de Clint Eastwood por la música y el magnífico jazz de aquella época componen una película magnífica, con la que Forest Whitaker se llevó el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de Cannes. Por supuesto, la película se llevó el Premio BAFTA a la Mejor Banda Sonora. Diane Venora, Michael Zeinker y Samuel E. Wright formaban parte del equipo artístico.  

‘Gran bola de fuego’ (Jim McBride, 1989)

Aquí, el protagonista era el músico Jerry Lee Lewis, su intenso rock and roll y su vertiginosa vida hacia el éxito y, después, en caída libre hacia el fracaso. Nadie le perdonó que se casara con una prima suya que solo tenía trece años. Dennis Quaid, en uno de los papeles más singulares de su carrera, se metía en la piel de este artista que quemaba pianos en el escenario y que llevaba dentro mucho rock and roll.  

‘En la cuerda floja’ (James Mangold, 2005)

Impresionante, como casi siempre, Joaquin Phoenix, en esta película, en la que su compañera de reparto, Reese Witherspoon, se llevó el Oscar a la Mejor Actriz. El primero encarnaba al mítico Johnny Cash, de quien se contaba su historia, desde la época de la gran depresión en Arkansas, hasta su merecidísimo éxito. Este músico se convirtió entonces en el más popular y conocido del momento, hasta el punto de que llegó a vender más discos que los Beatles.