Armando Bo (nieto) debuta con El último Elvis, una interesante reflexión acerca de la identidad en la sociedad de hoy, donde descubre como actor a John McInerny. La película ganó el premio de la sección Horizontes Latinos en el Festival de San Sebastián.
Carlos, un obrero metalúrgico, sueña con triunfar en los escenarios cantando las canciones de Elvis, vestido de Elvis, con la voz de Elvis y los movimientos de Elvis. En realidad, es un tipo que ha dejado de ser Carlos, que no se ve a sí mismo como quien es realmente, sino como Elvis. Él
ha decidido convertirse en imitador de emociones y sentimientos y se cree un elegido con la voz de Elvis, mucho más que un asalariado o que un padre. Separado de su mujer y alejado de su hija, las circunstancias le harán elegir entre sus responsabilidades con ésta o seguir adelante con su sueño.
Reflexión acerca de una sociedad que imita constantemente, donde la mayoría escapa de sus responsabilidades, en la que la persecución del éxito tiene más que ver con los fuegos artificiales que con la satisfacción ética, una sociedad que pierde día a día su identidad,
la película está protagonizada por un arquitecto y profesor de Universidad, un argentino de origen irlandés, John McInerny.
“Es una metáfora sobre la falta de personalidad, sobre la negación y el fanatismo”
Líder de una banda que se llama Elvis Vive, McInerny llamó la atención de Armando Bo precisamente por este grupo, en el que él canta los temas de Elvis.
El director y guionista persiguió durante un tiempo a un importante actor argentino y cuando descubrió a McInerny pensó que éste sería un entrenador perfecto para todo el tema de las canciones del personaje. Sin embargo, no le hizo falta más que ver una prueba de cámara de este hombre para saber que debía cambiar todos sus planes y convencerle a él para que se encargara del personaje principal.
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El último Elvis cuenta la íntima historia de un hombre que vive su vida imitando a otro. Incluso llega a creer que él es ese otro y esto afecta a su familia, en especial a su hija pequeña. Esta película es una metáfora sobre la falta de personalidad, sobre la negación y el fanatismo. Estos son tópicos que me interesan mucho y que veo en todos lados, cada vez más en la gente joven”, dice el director y guionista.
“La película une la música de Elvis con una realidad sudamericana que nada tiene que ver con Elvis”
“En este caso, el personaje principal, Carlos o Elvis, tiene un talento que es cantar increíblemente bien –añade-. Pero como no tiene personalidad propia elige imitar a otro.
Pienso que, de alguna manera, todos somos el doble de alguien. Esta es una película que toca diferentes notas, que tiene diferentes tonos. Une la música de Elvis con una realidad sudamericana que nada tiene que ver con Elvis. El cine me permite narrar visualmente la locura de Carlos, mientras al mismo tiempo se cuenta cómo se las arregla para ir en busca de su sueño, de eso que más quiere”.
Dirección: Armando Bo. Guion: Armando Bo y Nicolás Giacobone. Producción: K&Films, Rebolucion, Alejandro González Iñárritu y Anonymous Content. Fotografía: Javier Julia. Montaje: Patricio Pena. Música: Sebastián Escofet. Reparto: John McInerny, Griselda Siciliani y Margarita López. Distribuidora: Nirvana. Estreno: 19 de julio de 2013. www.wandafilms.com
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